Nombre del paciente: César Brian Ramírez Sosa
Edad: 17 años
Padecimiento: Adenocarcinoma de colón
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En verdad amaría poder dejar plasmado mi legado en todas mis pinturas y poder permanecer en los corazones de las personas que amo, por eso en esta pintura dibujé a un ave fénix. Cuando llegaba la hora de morir para esta ave, el fénix se quemaba por completo y, al reducirse en las cenizas resurgía de nuevo con su fuerza cíclica, siempre eterna, como yo lo quiero ser y poder convertir cada final, en un nuevo comienzo. Además, tiene varios dones que me encantaría tener como sanar a los demás con las lágrimas y tener el poder de transformarme en un ave de fuego. Debido a que su muerte es tan única y distinta a la de los demás, esta ave se ha convertido en un símbolo de fuerza, de purificación, de inmortalidad y de renacimiento físico y espiritual y esos son los símbolos que representamos nosotros, los niños con cáncer.